Explora el talento que tienes

Bien, digamos que te gustan los negocios y es el don por el cual Dios te ha dado para que lo desarrolles durante tu vida. Es preciso señalar que el talento que tienes ahora, no cualquier persona lo tiene, o al menos muchas personas dicen tenerlo, pero no lo tienen en realidad. 

Explora el talento que tienes

Para saberlo, trata de realizar una encuesta con las personas que tengas más confianza y las que no. Realiza preguntas sobre el tema y trata de medir su nivel; y luego, trata de asemejar tu nivel con esa persona. 

Te darás cuenta que son muy pocos como tú. Y que cada persona posee un talento especial, y es nuestro trabajo explorarlo y cuidarlo como una pequeña semilla sembrada. 

Pero, ¿Qué pasa si la otra persona tiene otro nivel que yo, o no tengo personas con las que asemejar? Pues no hay problema, ya que durante este libro iremos explicando cómo desarrollar ese talento que tienes escondido en tu interior, y lograr ser un gran agricultor.

Para desarrollar un talento es necesario que tú puedas contribuir con ello; recuerda, la semilla requiere de excelentes cuidados cuando aún es sembrada, y requiere de tiempo para hacerlo.

Para desarrollar un talento es necesario que tú puedas contribuir con ello; recuerda, la semilla requiere de excelentes cuidados cuando aún es sembrada, y requiere de tiempo para hacerlo. No obstante, recuerda que el recurso que más gastarán es el tiempo, el cual es un recurso que nunca se recupera.

Por lo tanto, dedica tiempo útil al tiempo que te queda en esta vida. Si te preocupa envejecer, no lo hagas tanto, simplemente tómalo como una cosa del cual todos vamos a pasar, y que es nuestro ciclo por el cual nadie escapa. ¡Claro! Algunos pierden esta esperanza por decisiones mal tomadas o no tomadas.

Pero si tu caso no es este, te invito a preparar tu tiempo para disfrutar la vida de una gran manera, pero que cada decisión contribuya a mejorar como persona así misma, y a aportar un grano de arena al mundo. El cual cada día va de mal en peor. 

Valora tu esfuerzo

Hoy quiero escribir algo que a todos los jóvenes les puede pasar. Se trata de mis antiguos compañeros de clases, de la universidad donde estudiaba con ellos, y sobre las cosas que están logrando todos ellos. Pues hoy vi a una antigua compañera de estudio terminar su carrera y tener muchos certificados de sus capacitaciones y tener un diploma del Colegio de Ingenieros del Perú. 

Valora tu esfuerzo

El certificado del Colegio de Ingenieros del Perú es el diploma que te brindan cuando terminas una carrera de ingeniería en una escuela de ingeniería donde sus carreras son acreditadas. Y eso fomenta y garantiza que has estudiado una carrera de ingeniería válida para todo el País.

Esto me hizo sentir y preguntarme a la vez, ¿Si todo el esfuerzo que estoy haciendo tendrá una recompensa? Y ¿Qué los riesgos que he tomado durante mi vida valdrán la pena?

Como saben, yo deje la universidad por empezar una idea de negocio. Y hasta el día de hoy, sigo conservando esta decisión en la espera de la gran recompensa; pues ya ha pasado dos años desde que empecé mis proyectos, pero fue más o menos dentro de un año cuando arranqué passageway.city, el cual antes se llamaba peruhermoso.com.

Durante la trayectoria he observado muchas cosas complejas y algo repetitivas. Pero puedo decir que sigo aprendiendo a pesar de todo, y eso es una cosa normal que siempre me pasa.

Ahora bien, cuando quedé mirando sus logros de mi compañera en su perfil de Facebook, me vino hacia mí un pensamiento interno que me hizo sentir algo apenado. Es como si me dijera internamente que todos ellos están logrando y destacando en las cosas que realmente les gusta, y claro estaba, que eso es realmente excelente.

El hecho de seguir avanzando y esforzándose por seguir aprendiendo es un indicio de lo comprometido que estamos. Y eso es excelente.

Además, el único hecho de enseñar nuestros logros al público en general es realmente conmovedor porque te sientes bien por ello, y las personas a menudo te felicitan.

Entonces, ¿Por qué suele pasarnos que ellos están logrando el éxito y nosotros no? Y más aún, cuando hemos dejado la universidad, lo que en muchos países de América Latina esto es una decisión de muerte y te consideran un fracasado muchas veces.

Explora el talento que tienes

Sentimos esto, porque es una preocupación normal de nuestro futuro y nos preocupamos por nuestro bienestar. Es algo con lo que Dios nos ha diseñado para poder esforzarnos cada vez que deseamos mejorar. Pero ¿tiene sentido todo esto?

Claro que sí, pero antes de continuar deseo dar hincapié que a todos los seres humanos no les preocupa el futuro ni su bienestar. Es lamentablemente escribir esto, pero si tienes algunas preocupaciones de tu futuro o tu bienestar, es porque te interesa tu vida y al menos deseas que tu generación tenga una mejor calidad de vida.

Rebobinando… ¿Tiene sentido todo esto? Pues sí, ya que a mayor riesgo mayor recompensa hay. Fijémonos en el caso de Jesús—el hijo de Dios con una personalidad perfecta—y con una capacidad de primera. Jesucristo no fue cualquier persona cuando vino a la tierra entre humanos imperfectos, vino siendo un hombre perfecto. Y cuando hablamos sobre la perfección, es todo lo que usted ha visto en las películas de héroes y películas de inteligencia.

Aprendemos a que mientras mayor riesgo exista, y más planificado estemos, mejor éxito tendremos; y claro, la recompensa es mayor. 

¡Es0! Pues cuenta la historia que Jesús era uno de los miles de ángeles que existían en el cielo, y él tomó la decisión de venir a la tierra a morir por todos los pecadores, es decir, por nosotros o al menos por los hombres imperfectos.

Ahora bien, captemos el punto de esta excelente historia. El punto de esto, es, que Jesús tenía una posición privilegiada estando como Ángel, y cualquier persona con una excelente posición nunca dejará esa posición, o al menos es lo que harían muchas personas de este mundo. ¿Lo haría usted?

Pues la respuesta no es fundamentalista; pero la historia dice que Jesús tomó la decisión de venir a la tierra y dejar su posición privilegiada. Y ¿Por qué lo hizo?, ¿Por qué un Ángel con una gran posición dejaría su posición actual y excelente? Quizás pensemos que sería un tonto o una buena persona. Porque Dios amó al mundo y es el amor por el cual Jesús fue enviado. ¿Qué aprendemos de esta lección e historia fuera del tema principal?

La idea de todo esto, resulta cuando hablamos de las cosas que hemos conseguido hasta ahora, y en la forma en que hemos mejorado todo este tiempo, aprendimos que el esfuerzo es algo muy bueno, ya que sin ello no logras nada.

Aprendemos a que mientras mayor riesgo exista, y más planificado estemos, mejor éxito tendremos; y claro, la recompensa es mayor. Ahora bien, después de cumplir su misión Jesús, ¿Qué le pasó?

Pues fue entronizado como rey y señor de señores. ¡Qué mayor recompensa!

Ahora bien, no pasaremos algo similar como el hijo de Dios, pero esta lección se puede aplicar en muchos casos. Por ejemplo, como el caso que mencioné al inicio de este capítulo. Entonces, digamos que, ¿El esfuerzo que está haciendo una persona por conseguir el éxito es malo? Nada que ver, de hecho, permite que estas personas se desarrollen plenamente y que puedan “sobrevivir” con su talento.

Sobrevivir con su talento

No obstante, este término es tan común pero muy poco aplicado. ¿Por qué dijo esto? Porque sencillamente la mayoría de personas por nuestras condiciones sociales y la capacidad de imitar, tratamos de ser igual que las otras personas que vimos más exitosas que nosotros mismos.

Y cuando tratamos de ser iguales, tratamos de empujar nuestra vida por algo que realmente no encaja. Y ¿Por qué seguimos haciendo eso? Porque deseamos ser “alguien en la vida” u ocupar un puesto de suma importancia. El término ser alguien en la vida, aun no lo comprendo, pero no entiendo porque las personas lo dicen a menudo. 

Seamos personas verdaderas

Si yo le pudiera decir que tengo la clave para ser una persona exitosa y de suma importancia, ¿lo aplicaría? Quizás sí o quizás no.

Pero justamente se trata de eso, de conseguir el éxito de una vez por todas. Y la clave para hacerlo parte de qué tipo de encaje yo tenga. Es decir, que debemos buscar aquello de lo que encajamos. 

Que bien se siente cuando uno encaja en un asiento cuando viaja en un vehículo, a diferencia del otro, donde está saturado con más personas, y a diferencia del primero, usted se siente algo incómodo.

El punto de partida

Hoy tuve la oportunidad de conversar con mi padre, mi madre y mi hermano menor (en realidad somos 4 en total). Y hablamos de muchas cosas, por ejemplo, de viejas anécdotas de nuestro pasado, y experiencias de sufrimiento, ya que mi padre siempre tiene la costumbre de aportar consejos basados en su propia vida, y de alguna forma nos transmite a nosotros para poder aplicarlo.

Porque sencillamente la mayoría de personas por nuestras condiciones sociales y la capacidad de imitar, tratamos de ser igual que las otras personas que vimos más exitosas que nosotros mismos.

Como todo padre excelente, él desea que nos vaya bien. Ya que, según él, si a nosotros—como hijos-nos va bien, a él también le irá bien. Y claro, este hecho no es discutible y pues no hay nada malo en ello, ni lados negativos.

Todo esto es excelente y extremadamente bien.

La idea de todo esto, resulta cuando hablamos de las cosas que hemos conseguido hasta ahora, y en la forma en que hemos mejorado todo este tiempo, aprendimos que el esfuerzo es algo muy bueno, ya que sin ello no logras nada. 

De hecho, la Biblia nos enseña que todo trabajo tiene su recompensa, y que hermoso es disfrutar de nuestro trabajo. Pues bien, hablamos de un caso en particular, donde existía un vecino que, a pesar del tiempo y el esfuerzo, parecía que él nunca disfrutaba de una calidad de vida como debería ser. Y pruebas de ello son, la casa era una ruina, únicamente había mejorado un poco, y que desde luego seguía viviendo bajo las mismas condiciones. 

Esta historia puede sonar contradictorio, pero resulta que el dinero, por más dinero que tengas, eso nunca comprobará la felicidad. De hecho, el dinero es un activo emocional hasta el día de hoy que permite gozar de algunas necesidades básicas.