Cómo enseñar a lavarse las manos a los niños en edad preescolar

Por Amanda Rock Actualizado el 13 de enero de 2021. / Revisado médicamente por Alisa Baer, MD.

"¡Lávate las manos!" Es una frase trillada que los padres suelen repetir a menudo. Tanto si su hijo está saliendo del baño, como si viene de jugar fuera, está a punto de sentarse a comer o en cualquier circunstancia en la que no esté totalmente limpio, lavarse las manos es algo que debería convertirse en algo natural. 

Con la preocupación por el coronavirus dominando las conversaciones y los titulares (por no hablar de la gripe estacional), es reconfortante saber que tanta gente parece ser consciente de la necesidad de detener la propagación de gérmenes y aumentar la higiene personal. Pero sigue habiendo una gran pregunta: ¿Se lavan los niños las manos correctamente?

¿Su hijo en edad preescolar sabe realmente lavarse las manos de la forma correcta? Parece una tarea tan básica, pero hasta lo más elemental hay que enseñarlo en algún momento.

Los niños deben conocer la forma correcta de lavarse las manos. Los CDC informan de que muchas infecciones se transmiten por las manos, en parte porque a menudo nos tocamos la boca, la nariz y los ojos, permitiendo que el patógeno entre en nuestro organismo. Además, como los niños suelen estar cerca unos de otros en el preescolar y la guardería, compartiendo bocadillos, juguetes y todo lo demás, lavarse las manos es una herramienta importante en su arsenal para combatir los gérmenes.

 Cómo enseñar a lavarse las manos a los niños en edad preescolar.

Consejos para enseñar a lavarse las manos

  • Utiliza agua y jabón comunes: No se ha demostrado que los jabones antibacterianos sean más eficaces que el jabón normal. Y pueden contribuir a la resistencia a los antibióticos.3 (Además, las pastillas de jabón que permanecen en el agua pueden contaminarse con bacterias, así que utiliza sólo jabón en pastilla que esté bien escurrido).
  • Hazlo divertido: Compra jabones divertidos, que huelan a fruta o que tengan sus personajes favoritos. En cualquier farmacia encontrarás decenas de tipos diferentes de todos los colores y estilos.
  • Asegúrate de que el lavabo es accesible: Si el lavabo está demasiado alto para tu hijo, invierte en un taburete para que pueda alcanzar el grifo. Asegúrate también de que el jabón esté al alcance de su mano.
  • Frota bien: Lávate entre los dedos, la parte superior de las manos y debajo de las uñas (no sólo las palmas, como hacen muchos adultos y niños).
  • Habla de cómo: Acerca a tu hijo al lavabo y enséñale cómo lavarse las manos correctamente. Primero, enséñale la diferencia entre el agua caliente y la fría, marcando las dos de algún modo para que no se confunda. (La temperatura del agua caliente debe ser de unos 120 grados para evitar quemaduras). A continuación, repasa la técnica y enséñales la cantidad adecuada de jabón (del tamaño de una moneda de 25 centavos si utilizas jabón líquido) y cómo frotar.
  • Habla de cuánto tiempo: Asegúrate de que los niños sepan que deben frotar durante al menos 20 segundos. Los más pequeños no tienen noción del tiempo, así que pon un cronómetro para 20 segundos o pídeles que canten dos veces el "Cumpleaños feliz" o la canción del abecedario.
  • Habla del cuándo: Enseñe a su hijo a lavarse antes de comer, después de ir al baño, después de jugar con mascotas o de manipular comida o golosinas para mascotas, y después de toser, estornudar o sonarse la nariz.1 Esto puede ser algo natural para los adultos, pero es nuevo para los niños.
  • Háblales de por qué: Una vez más, lo que es obvio para los adultos no siempre lo es para los niños. Explícales de forma adecuada a su edad que lavarse las manos ayuda a eliminar los gérmenes que pueden hacerles enfermar. Incluso puede convertirlo en un juego: envíe a sus hijos a una "caza de gérmenes invisibles" y elimine de su piel las criaturas microscópicas con la única arma que puede destruirlas: el jabón.
  • Utiliza desinfectantes de manos a base de alcohol: Pueden utilizarse como sustituto del lavado de manos siempre que éstas estén libres de suciedad y otros residuos.
  • Lávate tú las manos: Los niños aprenden mejor cuando alguien les da buen ejemplo. Por eso, si te lavas tú las manos delante de tu hijo, no sólo le enseñas la técnica adecuada, sino también que crees que es una tarea importante y necesaria.
"¡Lávate las manos!" Es una frase trillada que los padres suelen repetir a menudo.


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